La recientemente aprobada Acta de Reducción de Inflación incluye una amplia gama de incentivos para el cambio climático destinados a alentar a los consumidores estadounidenses a adoptar un estilo de vida más “verde”. Se prevé que estos incentivos acerquen a Estados Unidos a las políticas centradas en el clima de muchas naciones europeas.

Aquí, analizamos en detalle los nuevos incentivos de descarbonización personal en Estados Unidos y cómo se comparan con los de Europa.

Vehículos eléctricos

El Acta de Reducción de Inflación introdujo iniciativas diseñadas para mejorar la participación del mercado de los vehículos eléctricos en Estados Unidos, que, actualmente, representa menos del cinco por ciento de las compras de automóviles nuevos. Este proyecto de ley incluye créditos fiscales en el punto de venta de hasta siete mil 500 dólares  para vehículos eléctricos nuevos y hasta cuatro mil para modelos usados.

Los vehículos más grandes (como furgonetas eléctricas, camionetas y SUV) solo califican para los créditos si su valor es inferior a 80 mil dólares. Para vehículos más pequeños, ese límite es de 55 mil dólares para modelos nuevos y 25 mil para vehículos eléctricos usados. Hay algunas restricciones de ingresos para estos créditos fiscales, así como restricciones basadas en el lugar de fabricación de los vehículos elegibles. Algunos estados también ofrecen incentivos en efectivo adicionales para la compra de estos vehículos.

Algunas naciones europeas han avanzado en la transición a los vehículos eléctricos. Por ejemplo, Noruega ha transformado su cuota de mercado de vehículos en la última década. Según la Asociación Noruega de Vehículos Eléctricos, menos del cinco por ciento de sus vehículos eran eléctricos en 2016. Hoy, esa cifra ha aumentado a más del 25 por ciento. En 2021, el 85 por ciento de los nuevos autos en el país son vehículos eléctricos.

Manuel Barreiro
Foto: Armando Vázquez / Manuel Barreiro

Noruega logró este objetivo gravando las emisiones de CO2 y NOx en las compras de autos nuevos y eximiendo a los vehículos eléctricos de ciertos tipos de impuestos. Esto hizo que los autos a gasolina fueran mucho más caros y los modelos eléctricos mucho más accesibles. Si bien esto no es técnicamente un incentivo como el reembolso fiscal en Estados Unidos, ha demostrado ser extremadamente efectivo.

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Bicicletas eléctricas (‘e-bikes’)

Mientras que las naciones europeas han estado promoviendo las bicicletas eléctricas durante varios años, Estados Unidos ha sido lento en adoptar esta tecnología. Se incluyó un reembolso de 900 dóalres en el proyecto de Ley de Reconstrucción Mejorada que fue aprobado por la Cámara de Representantes de Estados Unidos en 2021, pero el reembolso no se incluyó en el Acta de Reducción de Inflación. Esto fue una gran decepción para los fabricantes y defensores de bicicletas eléctricas que creen que se debe alentar a los consumidores a dejar de depender por completo de los automóviles. Si bien no hay incentivos federales para las bicicletas eléctricas en Estados Unidos, estados como Vermont y Massachusetts han implementado incentivos a nivel estatal.

Muchas naciones europeas ya han introducido incentivos muy atractivos para promover el uso generalizado de las bicicletas eléctricas. Francia, por ejemplo, ofrece un programa de incentivos para bicicletas eléctricas con un reembolso de hasta cuatro mil euros. Para calificar, los residentes deben vivir en una zona urbana de bajas emisiones y cambiar sus autos viejos.

Energía solar residencial

El Acta de Reducción de Inflación restauró un crédito fiscal del 30 por ciento para la energía solar residencial en Estados Unidos, y este programa se extendió hasta el 1 de enero de 2034. El plan también incluye un crédito fiscal del 30 por ciento para sistemas de almacenamiento de baterías domésticas. La energía solar es una de las pocas áreas donde Estados Unidos puede estar por delante de Europa ya que tales subsidios son poco comunes al otro lado del Atlántico.

Sin embargo, algunas naciones europeas sí incentivan el uso de sistemas de paneles solares residenciales. Italia, Suecia y Lituania ofrecen créditos fiscales o reembolsos para la instalación de paneles solares. Otros países pagan primas a los propietarios por la electricidad que sus sistemas solares proporcionan a la red. Según la Red de Acción Climática de Europa, Francia y Alemania ofrecen los mejores subsidios para la energía solar residencial.

Bombas de calor eléctricas 

Las bombas de calor eléctricas de alta eficiencia son una alternativa de energía renovable para la calefacción y refrigeración de espacios junto con la calefacción de agua. El Acta de Reducción de Inflación incluye un reembolso de hasta ocho mil dólares  para la compra de bombas de calor, mil 750 dólares para calentadores de agua con bomba de calor y 840 dólares para estufas de inducción eléctrica. Los hogares solo califican para el reembolso si ganan menos del 150 por ciento del ingreso medio en su área. Cada familia puede recibir hasta 14 mil dólares en reembolsos.

Las naciones europeas han estado promoviendo el uso de bombas de calor durante años y la instalación de bombas de calor eléctricas de alta eficiencia ha aumentado significativamente debido a la invasión rusa a Ucrania. Los países de esta región buscan alternativas al gas natural importado ya que una gran parte del consumo de gas del continente proviene de Rusia. En marzo de 2022, la Comisión Europea anunció su iniciativa REPowerEU que busca duplicar el uso de bombas de calor en los próximos cinco años.

Más de una docena de países europeos ofrecen subsidios para la compra de bombas de calor. Francia ofrece hasta 11 mil euros, mientras que Alemania paga el 45 por ciento del costo de reemplazar sistemas de calefacción a base de petróleo por bombas de calor y el 35 por ciento del costo de hacer la transición desde otros tipos de combustibles fósiles.

Manuel Barreiro Castañeda